El perro y el césped







Aunque lo tenía mas que asumido antes de meter a Lua en casa, no termino de asumbrarme con la capacidad que tienen de transformar un jardín cuidado y lleno de flores en un campo de batalla desolador.
Aquí tenéis el antes y el casi-después. Deje de hacer fotos en la actualidad por no deprimirme y ya que solo quedaba tierra, metí un camión de gravilla encima para evitar el polvo que suponía dos perros corriendo allí.

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