Si es verdad que odio a los pitbull y me imponen mucho respeto, Floyd, machote de 3 años propiedad de una de mis hijas es la excepción a la regla. El muchacho es todo lo cariñoso que puede ser un perro y el único momento algo critico es cuando se encuentra con otro macho. Mientras juega con niños, adultos, caballos y gallinas a lo largo del día y tenemos que alejarlo para evitar estar bañados de babas.
Ya pondré mas fotos del tanque mas adelante.
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